Fortalecer el bienestar emocional de los niños desde casa

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La infancia es una etapa clave para el desarrollo emocional. Es en casa donde los chicos y chicas dan sus primeros pasos para aprender a reconocer sus emociones, expresar lo que sienten, construir su autoestima y establecer vínculos sanos. Por eso, el acompañamiento cotidiano de las familias resulta fundamental.

¿Qué es el bienestar emocional?

Cuando hablamos de bienestar emocional, nos referimos a la capacidad de una persona para gestionar sus emociones, establecer relaciones saludables, adaptarse a los cambios y afrontar desafíos de la vida cotidiana. En el caso de los niños, este desarrollo comienza desde los primeros meses de vida y se nutre de la relación con sus figuras de cuidado.

¿Cómo podés fortalecerlo en casa?

Desde los consultorios de La Natividad Neuquén, te compartimos algunos consejos prácticos y cotidianos que pueden hacer una gran diferencia:

  1. Escuchar y validar emociones

No hay emociones buenas o malas. Todas son necesarias. Si tu hijo está enojado o frustrado, lo primero es escucharlo sin juzgar. Ponerle nombre a lo que siente («estás triste», «eso te enojó») lo ayuda a identificar sus emociones y sentirse comprendido.

  1. Establecer rutinas

Las rutinas dan seguridad. Saber qué esperar en cada momento del día les transmite orden y tranquilidad. Las comidas, el baño, el juego, el descanso… todo forma parte de un entorno previsible que refuerza su equilibrio emocional.

  1. Fomentar el juego libre

El juego no es solo entretenimiento. Es una herramienta poderosa para la expresión emocional, el desarrollo del lenguaje y la resolución de conflictos. Además, fortalece el vínculo con quienes juegan y favorece el aprendizaje de normas sociales.

  1. Cuidar tu propio bienestar

Una parte importante del cuidado emocional de los niños es el autocuidado de los adultos. Tomarte momentos para descansar, pedir ayuda cuando lo necesitás y manejar el estrés de forma saludable también es educar.

  1. Predicar con el ejemplo

Los chicos aprenden mucho más de lo que ven que de lo que se les dice. Tu manera de comunicarte, de resolver conflictos, de expresar afecto o de reaccionar frente a un problema, es un modelo de comportamiento emocional.

Un dato local importante

En Argentina, UNICEF y diversas organizaciones de salud mental han alertado sobre el aumento de problemas emocionales y conductuales en niños y adolescentes en los últimos años. Muchos de estos desafíos pueden prevenirse o detectarse a tiempo si estamos atentos a sus señales y fortalecemos los vínculos desde el hogar.

El bienestar emocional no se construye en un solo momento. Es una práctica de todos los días, hecha de escucha, paciencia, amor y presencia. Y si alguna vez tenés dudas o sentís que tu hijo necesita más acompañamiento, consultá con tu pediatra de confianza. La salud emocional también se cuida.

Fuentes: Unicef | HealthyChildren